Corredor de Gaube

Esta historia comienza hace casi 10 años, en la nochevieja de 2007 cuando Jorge y yo nos adentramos en este corredor en unas condiciones francamente malas. Aún así, conseguimos llegar al atardecer hasta la cascada final, la cual no existía. Derrotados y reventados decidimos rapelar todo el corredor quitando y poniendo clavos aquí y allá, llegando al refugio de Oulettes pasada la media noche. ¡Que gran nochevieja la de aquel año!
El pasado miércoles, día 17 de Mayo, decidimos volver. Misma cordada, mismo lugar, 10 años más sabios.
Esta vez iríamos en el día desde Bujaruelo. Salimos a las 2 de la mañana y, tras un gran desayuno a base de high de todo y low de nada, cogemos energía para todo el día y a las 07:15 llegamos a Oulettes, remontando todo el valle del Ara y el collado de los Mulos.

Amanece desde el collado de los Mulos
Jorge bajando hacia Oulettes
Caminamos un poco por el plateau glaciar y nos sentamos 40 minutos a desayunar y prepararnos para la vía. Contemplamos esta bella norte, bajo la que tantas veces hemos estado y que no deja de fascinarnos.No obstante, entre los dos hemos escalado esta norte, por diferentes rutas 12 veces saliendo por arriba (7 vías yo y Jorge 5)

Hacia pie de vía
Sobre las 09:15 cruzamos la rimaya, encordados por estar en un glaciar donde llueve todo tipo de proyectiles y purgas y por el estado de la nieve, abriendo huella desde la subida a los Mulos con nieve primavera muy húmeda hasta la rodilla.

Corredor de Gaube

Hacia la rimaya
Comenzamos a subir encordados, más que nada por si nos atiza uno de los cientos de bolos de hielo y piedra que corren por aquí. Jadeando y subiendo a toda leche, solo chapando los clavos que vamos encontrando, llegamos a la cascada final de una tirada. Esta vez pasaremos seguro.
Creo que nos la hemos jugado bastante, comento con Jorge cuando nos juntamos ( y él me contesta exactamente lo mismo).Hemos tenido suerte y hemos podido esquivar o parar con el casco todos los cascotes.

Subiendo por la rigola, por fuera de ella te hundías hasta la rodilla pero, por dentro caían la gran mayoría de proyectiles

Desvío de la Y (otro proyecto para otro invierno)
 Esta vez, es un bloque empotrado, de unos 6 metros de alto, unos metros de campa y una cascada de hielo de unos 10 metros de alto por medio metro de ancho, tiesa, pero con hielo húmedo que la hace fácil y guapa de escalar.

Aspecto del último largo
Jorge toma el cabo y sale hacia el bloque, chapa un clavo ya colocado y suda un poco para poder ganchear una roca empotrada en la fisura. En este momento, él está protegido por el bloque, empotrando su cuerpo en la fisura y yo un poco más abajo bien protegido también bajo la cueva que forma el bloque, cae una piedra gigantesca que nos pasa por encima con un estruendo acongojante. Si a Jorge le hubiera costado 2 minutos llegar al gancheo en vez de 5, el bolo le hubiera dado de pleno saliendo del bloque empotrado, pero mira, por cosas, por suerte, por azar o llámalo como quieras, nos pasó por encima solo asustándonos. Otra librada de las buenas.

Subiendo el bloque casi fuera de él
Saliendo del último paso

Jorge laza el bolo que ha gancheado como seguro y continúa hacia arriba. Mete un buen 0,5 que le protege la salida del bloque y ganchea otra piedra para poder salir. Enfila la cascada protegiéndola con un micro azul al inicio y no metiendo ningún tornillo por seguridad, por si la cascada entera se caía me dijo, tal era la fiabilidad del hielo. Hace reunión sobre 2 friends en una buena fisura, viendo los paraboles en los que debería teóricamente montarla unos 6 u 8 metros por encima suyo. ¡que ruina lo del cambio climático para los montañeros del futuro!
Estamos arriba los dos, un sueño de infancia montañera cumplido.
Son poco más de la 12 de la mañana y "solo" queda volver al coche. La idea original era bajar por la Moscowa pero, la niebla no nos deja ver más allá de nuestras botas, confundiendo suelo y cielo. Pensamos en esperar a ver si escampa pero hace bastante aire y frío así que, tomamos unas huellas recientes como referencia y para abajo por el glaciar. Unos 300m. más abajo la niebla desaparece pero las condiciones de la nieve nos hace desesperarnos un poco.

Vira por la que te ahorras un buen rodeo
Por suerte tomamos una vira que nos lleva hasta bastante cerca del collado para bajar de nuevo a Oulettes, evitándonos bajar para volver a subir hacia Bayselance.
Vuelta por el collado de los Mulos para el valle del Ara y calcetinada de nuevo, con las botas gordas, hasta Bujaruelo, donde llegamos sobre las 20:30, jodidos pero muy contentos.


Contentos al volver a pasar bajo el Gaube

2 comentarios:

edu dijo...

Los hermanos roscamentas...hice el gaube hace 16 años y recuerdo escalar 30 metros de hielo azul gordo como de un metro y montar reu en esas chapas...como se esta poniendo todo en tan pocos años, una pena..de lo malo mas entretenida la salida jajajajaja

javigalve dijo...

máquina!! ahora a esperar otros 6 meses para sacar los piolets a pasear. enhorabuena por la historia de alaska!!